Era una manera de llamar la atención sobre algo que ningún conglomerado humano debe extraviar: su sentido de pertenencia.
¿Cómo lograrlo en una urbe que Ramón Querales, Cronista de la Ciudad por más de 20 años, hasta su muerte reciente, bautizó como “ciudad portátil”? Los españoles, nos explicó, mudaban sus centros de civilización de un lado hacia otro, dependiendo de las condiciones de vida que tuvieran. También al tipo de enfrentamiento que se les presentara con las tribus indígenas de la época, hacia mediados del año 1500”
De manera que la ciudad registra siete asentamientos, y ha experimentado, sobre todo hace algunas décadas, un fuerte deslizamiento de los moradores de otras entidades del país hacia esta capital, caracterizada por su orden, serenidad y pujanza.
¿Qué inspira Barquisimeto? Con esa pregunta en ristre nuestros reporteros salieron a la calle, con el propósito de averiguar qué nos podía decir la gente al respecto.
Las respuestas de los barquisimetanos y barquisimetidos consultados fueron variadas, disímiles, y en algunos casos motivantes. Esta ciudad merece no sólo ser ocupada, sino, principalmente, sentida como propia. Eso implica una manera más responsable de habitar sus espacios. Reclama una postura más dispuesta a entender que se trata de la casa grande de todos, de un hogar que nos debe resultar amable.
Eso es posible sólo si cada uno de nosotros deja de verla como un escenario ajeno, como el que vislumbran los agresivos forasterosde todos los días.
Las entrevistas fueron realizadas por los periodistas: Mariángel Durán, Pacífico Sánchez, Angélica Romero, José Manuel Zaá, María Fernanda Pérez, Carlos José Méndez, Rosmir Sivira, Mariángel Massiah y José Ángel Ocanto.
Devoción
La gente de mi ciudad es muy apegada a nuestra Divina Pastora, siempre le pedimos que nos acompañe y nos proteja, somos fieles seguidores de María.
Aquí en Santa Rosa recibimos a personas de todas partes, le traen regalos a la Virgen, la acompañan el día de la procesión, pero lamentablemente la situación ya no es la misma y es peligroso sentarse en la plaza a contemplar el templo o pasar un rato agradable, la inseguridad también ha acabado con eso.
Ojalá regresaran aquellas épocas, cuando el pueblo era seguro y las calles estaban limpias, ese es mi mayor deseo para Barquisimeto.
Música
Barquisimeto es amor, familiaridad y sobre todas las cosas, música. Es una fuente de inspiración. Todos aquellos hermosos poemas convertidos en canciones son iconos de nuestro repertorio musical, los cuales han sido llevados a puntos internacionales de la mano de nuestros grandes representantes, que nos llenan de orgullo.
A los artistas de otros estados les sorprende la gran cantidad de talento con el que cuenta Barquisimeto. La gente siempre pregunta si es real y así es. Barquisimeto tiene una riqueza en su música que es inigualable. En la época se ha mantenido porque somos personas perseverantes que entregan la mejor regalo que le pueden dar a una persona.
Civilidad
Es una ciudad que desafortunadamente está dividida en dos grandes porciones, la formal y la informal, pero en la cual todos los ciudadanos tenemos la aspiración de verla ordenada, con calidad de vida y limpia.
Su expansión ha sido demasiado rápida y horizontal. Mientras la parte formal crece casi siempre de manera vertical, la informal lo hace de manera horizontal y tenemos menos calidad de vida.
Sin embargo, es una de las pocas urbes de Venezuela que tiene un plan de desarrollo desde hace casi 40 años. Es la única en la que sus habitantes están tan pendientes acerca del futuro de la misma, de ver hacia dónde se va a desarrollar.
Admiración
Esta es una ciudad que inspira admiración desde el primer momento en que uno se encuentra en ella. Yo vine aquí para estudiar el cuarto y el quinto año de bachillerato en el Liceo Lisandro Alvarado. De inmediato me integré al diario EL IMPULSO, del cual fuí reportero cuando el jefe de Redacción era el extraordinario periodista Eligo Macías Mujica, quien se fue del periódico por un enfado. El Dr. Juan Carmona llamó a Don Jesús Carmona y le dijo: Pon a Moroncito en la jefatura de Redacción. Tenía yo 18 años.
Ya para entonces no era la ciudad de “los pulperos enfranelados”, como la llamó Guzmán Blanco cuando la hoy capital larense comenzaba a ser un centro de distribución de productos agrícolas. Hoy es una ciudad sobresaliente en cultura con universidades, televisoras, diarios y cada vez con mayor crecimiento demográfico. Se siente admiración por su gente de trato amable y cordialidad permanente. Y por sus crepúsculos que ahora pueden ser contemplados y admirados desde sus más altos edificios.
Trabajo
Barquisimeto, ciudad de múltiples caminos, entretejida con hilos de modernidad y un genuino sentimiento de identidad con su pasado, inspira a trabajar por ella y con su gente, rescatando su valor histórico, social, económico, educativo, cultural, ambiental y político, estimulando y consolidando iniciativas en sus habitantes para convertirlas en realidades, contribuir con su desarrollo sostenible y por consiguiente con la calidad de vida de sus ciudadanos.
La ciudad necesita más programas de formación ciudadana, consolidación de organizaciones comunitarias, centros de salud eficientes, entornos públicos seguros y adecuados para el esparcimiento, transporte de calidad, entre otros aspectos.
Historia
Lo que define a las ciudades es la historia y la cultura que poseen. Barquisimeto reúne estos conceptos de una manera muy especial, tiene de todo un poco: arte, música, danza. Por donde se le vea, la ciudad tiene algo que ofrecer, lo cual, sin duda alguna, inspira. Para mí, estamos en un lugar que da pauta a nivel nacional e internacional precisamente por estos factores.
Desde el punto de vista del hospital también me motiva el hecho de saber que somos ejemplo aun en las adversidades; contamos con un personal de trabajo excelente en todos los ámbitos y esperamos brindar el mejor servicio a los barquisimetanos y a los ciudadanos en general.
Orgullo
Es imposible no sentir orgullo por mi ciudad, epicentro de la región y merecedora del reconocimiento nacional e internacional por sus múltiples productos agrícolas y agroindustriales de calidad, además de sus inigualables preparaciones gastronómicas.
El ron de Dusa, los vinos de Pomar y nuestro cocuy, son una parte de nosotros, motivo de orgullo y excusa para brindar por lo nuestro. He vivido de cerca el enorme reconocimiento y gratitud de la gente por nuestra panadería artesanal, nuestros quesos de cabra, por la empanada larense de pabellón, el suculento pepito y el lomo prensado. Pocas regiones de Venezuela pueden exhibir tesoros gastronómicos como los nuestros.
Cielo
Los crepúsculos y amaneceres de la ciudad me inspiran y fue así como inició la cuenta de Instagram (@ig.barquisimeto) dedicada a los paisajes de Barquisimeto. Estudio al oeste de la ciudad y en Cabudare, así que cuando salía en la mañana para ir a clases veía el sol saliendo y era hermoso; luego para ir a la universidad en las tardes también veía el cielo y este recorrido cotidiano me hizo apreciar la ciudad y ver que definitivamente es algo único.
No la cambio por nada, es mi ciudad y no me gusta ninguna otra. Las personas que forman parte de ella también me inspiran porque a pesar de los malos momentos, son gente de bien que hacen de Barquisimeto algo mejor.
Sensaciones
Barquisimeto es una tierra de encuentros, como tal es una especie de mestizaje geográfico donde confluyen todos los caminos y paisajes. El mar -que una vez ocupó sus estancias- permanece en nuestro suelo donde se esconden antiquísimos caracoles y conchas petrificados.
Barquisimeto tiene aromas de salitre que se pega caluroso al cuerpo para recordarnos los senderos de la sal y los trueques de sagrados aborígenes.
Barquisimeto tiene sabor de caña en un dulzor que nos hace amigables en el saludo, en el cobijo al peregrino y en la bienvenida a los extraños. Barquisimeto tiene abrazos de música. Su atmósfera es una melodía que varía según el color de la alegría y de la tristeza. Sus crepúsculos lanzan al universo las canciones de cada día, siempre distintas, siempre coloridas. Barquisimeto tiene un río agonizante, testigo de siglos, memoria del Valle de las Damas.
Murmura y solloza para pedir agua a las nubes. Es una voz cada vez más callada, quizá esperando las torrenteras que devuelvan la ciudad a sus habitantes.
Nostalgia
No hay mejor satisfacción y orgullo que haber nacido y vivido en Barquisimeto rodeado de un hermoso valle, de la calidez de su gente y de nuestra máxima representante religiosa, la Divina Pastora.
Pero al recordar la ciudad del pasado me da tristeza y nostalgia, porque a mis 71 años he visto el gran deterioro, la falta de mejoras y posibilidades a la que ha sido sometida en distintos ámbitos.
El Valle del Turbio es uno de ellos; es un icono natural, pero hoy por hoy sabemos que se ha descompuesto y es lamentable ver que se convirtió en matorrales. A pesar de todo eso, nuestro principal valor es la gente. La calidad humana de los habitantes de Barquisimeto es inigualable.
Hogar
Barquisimeto es el sitio que me acoge, que me abraza, que me dice bienvenido. Cuando llego a esta ciudad siento una alegría especial, es un gusto ver a nuestra gente, los crepúsculos, el Obelisco, la tinaja, el cuatro, el Manto de María, nuestra Divina Pastora y San Antonio. Aquí estamos estudiando y trabajando para ofrecer una buena cara al país y al mundo, somos muchos barquisimetanos y barquisimetidos que amamos lo que hacemos y queremos echar para adelante.
Aunque es evidente que el trato entre nosotros mismos ha cambiado por la situación del país, en cada uno de nosotros está la responsabilidad de volver a hacer de Barquisimeto un verdadero hogar.
Sabores
Barquisimeto para mí es un hogar, es donde nací y he vivido mis mejores momentos. Me encantan sus sabores característicos como el suero y el queso. Me encanta cocinar en compañía de mami, hacemos especialmente dulces: ponqués, galletas y panes dulces. También hago bisutería y otras manualidades, gracias a las explicaciones que observo en los tutoriales de Youtube y a la enseñanza de mis bisabuelas.
Aquí estudio y hago lo que más me gusta. Esta es la mejor ciudad, cuando viajé durante un mes a Orlando y a México, la extrañé muchísimo al igual que a mi familia, en especial a mis abuelas y a mi papi.
Hospitalidad
Esta siempre ha sido una ciudad que inspira confianza y de buena economía. Además, últimamente nos hemos convertido en un pueblo anfitrión, acogedor, de hospitalidad. Podría catalogarla como la capital de la región Centroccidental.
Aunque actualmente reine el hambre en nuestras calles por el tema de las colas, aspiro que volvamos a tomar lo señorial cuanto antes. Deseo que se tomen decisiones positivas, que cese la diatriba y el enfrentamiento que ha hecho presencia para que vuelva a reinar la paz, en aras de que todos podamos vivir armoniosamente. Debemos estar unidos para lograr una Barquisimeto de prosperidad, la que todos anhelamos.
POR: Héctor Segura.
Visto en: http://bit.ly/2cNe4bK